La tecnología avanza cada vez más deprisa y además, ya es prácticamente imprescindible en todos los aspectos de la vida, es un amplificador de las capacidades humanas. La medicina está inmersa en la era digital y es cada día más dependiente de la tecnología.

En el sector salud cada año que pasa se descubren nuevos beneficios, y también grandes retos, encaminados siempre a mejorar la vida del paciente, a simplificar y hacer más fácil el trabajo de los profesionales de la salud.

Es aquí cuando surge la pregunta, ¿cómo beneficia la tecnología la relación médico-paciente?, la atención médica abarca desde el ámbito de la prevención de riesgos hasta la aplicación de terapias y el seguimiento de las mismas para el control de enfermedades. Las enfermedades crónicas representan alrededor del 80 por ciento en México. La mayoría de enfermedades crónicas requieren precisión entre las actividades de atención médica dirigidas para atender necesidades de la población.

La efectividad en la inmediatez médica es una necesidad para cualquier país, lo mínimo que se solicita al sistema de salud es contar con tecnología adecuada y orientada a la correcta atención médica, que permita identificar oportunamente factores de riesgo y atenderlos a la brevedad. Es así cómo se fortalece la relación del médico con el paciente.

A través de la tecnología médica puede ampliarse el acceso a servicios en zonas remotas y contar con atención médica a distancia o telemedicina. El sector salud cuenta con dispositivos médicos que facilitan el identificar los principales males que aquejan la salud de la población, como: glucosa en sangre, índice de masa corporal, presión arterial, función renal, entre otras. No es suficiente diagnosticarlos, sino que es necesario hacerlo oportunamente y darle seguimiento.

Con la ayuda de la tecnología los laboratorios serán capaces de realizar pruebas internamente y reducir su dependencia de servicios de terceros, así como aumentar su productividad. De igual manera, el personal médico realizará funciones más allá de las operaciones de rutina, lo que facilitará la interacción con el paciente.

Existen muchas áreas que pueden beneficiarse con la adecuada aplicación de tecnología, como son: el ajuste oportuno en las dosis de medicamentos a través del monitoreo terapéutico con base en un Expediente Clínico Electrónico, la disminución de desplazamiento a áreas de atención por la telemedicina y entrega de resultados en línea.

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