Desde que comenzó la pandemia por el brote de Covid-19, el mundo ha estado a la expectativa por el desarrollo de una vacuna para combatir el virus, sin embargo, a pesar de los múltiples esfuerzos de la comunidad científica por desarrollarla, aún no se concreta con éxito ninguna. Expertos aseguran que con la tecnología y el conocimiento actual es posible tener las pruebas de una vacuna antes de un año, aunque no descartan que es un reto sin antecedentes alcanzar el objetivo de dicha vacuna de forma rápida, pero, sobre todo, segura y efectiva.

Más de 30 compañías en el mundo se encuentran trabajando en el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19. Las alianzas entre varias de ellas, prometen agilizar el proceso de investigación clínica y resultados en las pruebas necesarias en humanos durante las diferentes fases de análisis que requiere un fármaco como este.

En el desarrollo de una vacuna hay cuatro fases:

Fase 1

En esta fase la vacuna se prueba en grupos de entre 20 y 100 personas saludables. El estudio se centra en confirmar que no represente una amenaza para la salud, que sea efectiva, aquí identifican efectos secundarios y se determina cuál es la dosis adecuada para cada persona.

Fase 2

Es un estudio en el que participan cientos de personas. Aquí se evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmune a la vacuna.

Fase 3

El estudio se vuelve más grande, aquí participan miles de voluntarios. En esta fase se compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que no. También se recolectan datos estadísticos acerca de la efectividad y qué tan segura es la vacuna. Esta fase también sirve como una nueva oportunidad para identificar otros posibles efectos secundarios que no hayan surgido en la fase 2.

Fase 4

Luego de que la vacuna ya ha sido aprobada y con una licencia, el objetivo es seguir monitoreando y recolectando información sobre la vacuna. Una vez que la vacuna tiene éxito en todas las pruebas, puede pasar hasta un año y medio para que se comience a distribuir en campañas de vacunación a nivel mundial.

Por tal motivo, se estima que podría existir una vacuna efectiva entre 12 a 18 meses, por lo que habrá que ser pacientes y seguir tomando las medidas de seguridad para cuidar la salud de uno y de nuestros seres queridos.