Estamos llegando a las fases de salida del confinamiento planificadas por las autoridades sanitarias, sin embargo, se habla de una “nueva normalidad”, la cual provoca incertidumbre, sospecha y, por lo tanto, algo de inquietud. En la salida de esta crisis, para la que aún no hay soluciones científicas como la vacuna o un tratamiento eficaz, se plantean aspectos a través de los medios de comunicación. En primer lugar, la importancia de decisiones que contemplen, la salud de la población, la evolución de la economía y el empleo en nuestro país.

La crisis del coronavirus desarrolló la incorporación de la ‘teleasistencia’ en la atención médica de rutina, la cual se adapta a la nueva normalidad. La práctica médica tecnológica puede resultar benéfica en diagnósticos y tratamientos más rápidos, aumentar la eficiencia de la atención y reducir el estrés del paciente.

Sin tener que acudir a un consultorio o clínica, un profesional de la salud puede "ver" muchas enfermedades en una computadora, tableta o teléfono inteligente, dándole al paciente el tratamiento necesario.

Durante casi tres meses, el coronavirus ha parado la mayoría de las actividades cotidianas, incluyendo las del sector salud. Hoy en día nadie quiere sentarse en una sala de espera donde otro paciente podría transmitir la infección. Con una conexión a Internet a través de una computadora, tableta o incluso un teléfono inteligente, los pacientes pueden mostrarse de manera segura, llevando a cabo la consulta y recibiendo un tratamiento pertinente.

El gran desafío no es solamente impulsar la innovación y el desarrollo en el ámbito de la salud, sino también garantizar la accesibilidad de servicios médicos de calidad a toda la sociedad.